19 de abril de 2012

El Estado puede y debe invertir en aplicaciones del Litio

El Litio, esencial para fabricar baterías eficientes, es un mineral del futuro. Después de Bolivia, Chile tiene los mayores yacimientos y es el principal productor a nivel mundial, a través de dos empresas privadas que administran un monopolio estatal, la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y la Sociedad Chilena del Litio (SCL). Ambas fueron privatizadas a fines de los años ochenta. El decreto 2.886 de 1979 lo declara como reserva del Estado, no concesionable. Los nuevos Contratos Especiales de Operación del Litio (CEOL) pretenden cambiar esto para permitir su licitación a capitales nacionales o extranjeros (1). Aun teniendo en cuenta las convicciones neoliberales del actual gobierno, una medida cortoplacista como esta no deja de sorprender, en circunstancias en que se discute intensamente la necesidad de reforzar el rol de Estado, entre otras cosas, en cuanto a la explotación del Cobre. ¿Por qué regalar ahora estos derechos en vez de crear las herramientas para aprovechar al máximo esta situación estratégica?

Además de los beneficios directos de la explotación minera, el Litio es la base de una tecnología en pleno desarrollo, la fabricación de baterías de alto rendimiento para dispositivos móviles, desde autos y bicicletas hasta medicamentos, teléfonos y notebooks. Todos estos sectores están en un período de fuerte innovación, con tecnologías de producción flexibles y de rápida actualización, por lo que es imprescindible entrar a este mercado mientras aún es posible aspirar a una posición de liderazgo en esta industria naciente. Argentina ya ha tomado importantes iniciativas al respecto, estableciendo convenios publico-privados para la producción local de vehículos eléctricos y baterías de litio (2). En Chile también hay iniciativas, aunque bastante más tímidas, para desarrollar esta prometedora industria. Por ejemplo el centro de innovación del litio (CIL) (3), creado en la Universidad de Chile en 2010. Aprovechar la ventaja estratégica de Chile, con eventuales alianzas entre países vecinos, permitiría imponerse en un sector emergente, creando empleos bien remunerados y maximizando la generación de valor agregado dentro del país. No hay razón para repetir los errores del cobre, que se exporta principalmente en bruto, pese a que tenemos la tecnología para refinarlo a casi un cien por ciento de pureza. Lo único que falta para aprovechar todo este potencial, laboral y de creación de valor, es inversión industrial a largo plazo.

Es precisamente la falta de capacidad de inversión de nuestro Estado subsidiario lo que motiva la creación de los CEOL, que buscan atraer capitales extranjeros para suplir esta falencia. Pero esto no es una limitación fundamental. El Banco Central podría emitir bonos soberanos destinados a la inversión pública en explotación y manufactura del litio, obteniéndose así el financiamiento necesario (4). En el convulsionado panorama financiero internacional, la demanda por este tipo de instrumentos de ahorro seguro es cada vez mayor y Chile goza de buena salud en cuanto a percepción de riesgo y tasas moderadas. Ante oportunidades como esta, el endeudamiento estatal con fines productivos sería un excelente negocio.

A largo plazo, el sector privado no es necesariamente más eficiente que el público en la industria minera. Codelco sigue siendo el mayor productor mundial de cobre y es altamente competitivo. Si además consideramos el retorno social, en términos de empleo y generación de recursos para financiar sectores como educación y salud, la apuesta por una política nacional de explotación y manufactura de litio es imbatible. Sumado al capital humano e industrial de la industria del cobre e impulsando la descentralización, sería perfectamente factible crear un polo de investigación, innovación y producción en Antofagasta.

¿Que mejor ocasión para inventar una "nueva forma de gobernar" que aprovechar esta oportunidad única para desarrollar un sector estatal estratégico, eficiente y rentable que permita invertir las riquezas del litio en bienestar para todos los chilenos?

Matias Garreton
Doctorante en Planificación y Urbanismo, Universidad Paris Est
@M_Garreton


Referencias:
(1) http://www.df.cl/gobierno-anuncia-formula-para-explotar-el-litio-y-abre-el-apetito-de-nuevos-inversionistas/prontus_df/2012-02-07/221709.html
(2) http://www.iberoasia.org/blog/?p=11773
(3) http://www.centroenergia.cl/ce-fcfm/?page_id=1040
(4) Sobre el rol de los bancos centrales y el sector financiero, leer “Banking Wasn’t Meant to Be Like This” de Michael Hudson http://michael-hudson.com/2012/01/banking-wasnt-meant-to-be-like-this/

2 comentarios:

  1. Hay muchos productos en los que el Estado podría invertir y así mejoraría la calidad de vida de todos los que formamos parte de él.

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  2. Las empresas que extraen el litio deberían ser nacionalizadas y su riqueza socializada.

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