15 de junio de 2010

Un nuevo Plan (des) Regulador del Gran Santiago

El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) está llevando a cabo un proceso de modificación al Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), el que deberá ser aprobado o rechazado a más tardar el próximo 6 de julio 2010.  Según los argumentos expuestos ante el Consejo Regional por Fernando Echeverría, intendente de la Región Metropolitana (artículo del 3 de junio en El Mercurio), la principal razón que justifica una nueva expansión del límite urbano sería la escasez de terrenos para la construcción de vivienda social. Esto es una verdad a medias y revela una de las contradicciones del PRMS, que para dar cabida a las poblaciones más vulnerables en zonas próximas al empleo… ¡propone liberar terrenos en la periferia! Revisando la memoria de la modificación, aparecen otros asuntos graves que afectan a la capital, como la congestión y el despoblamiento del centro; pero la inclusión de nuevas áreas dentro del límite urbano tampoco es una solución para estos problemas. En el fondo, esta propuesta no asume el desafío de plantear un objetivo de desarrollo metropolitano, sino que se limita a adaptarse a tendencias observadas que no auguran un buen futuro para el Gran Santiago.

Respecto a la vivienda social, el MINVU tiene la potestad de realizar proyectos fuera del límite urbano, por lo que la ampliación del límite no es necesaria para permitirle continuar con sus programas. En cien años de construcción con recursos públicos, las limitaciones de presupuesto han obligado a adquirir terrenos en periferia para cumplir con metas cuantitativas de construcción. Desde su creación, el MINVU no sólo ha violado los límites que él mismo ha impuesto, sino que ha transformado al Estado en el principal agente segregador de las grandes ciudades chilenas. La relegación masiva de la población de menores recursos a zonas alejadas de las oportunidades de la ciudad es evidentemente nefasta. Localizar a familias con un mínimo presupuesto para desplazarse - ni soñar en comprarse un auto - en sectores alejados del empleo, con educación de pésima calidad y con espacios públicos desolados o inexistentes, implica apartarlos definitivamente de la sociedad e impedir su desarrollo individual.

Lo paradójico es que en la memoria del PRMS se reconoce explícitamente esta situación, pero las modificaciones propuestas no responden al objetivo de combatir la segregación. Como se ve en el plano inserto a continuación, los terrenos incluidos por el nuevo límite urbano colindan con las zonas más pobres del Gran Santiago (GS). La “integración” se reduce a exigir un 8% de vivienda social en los nuevos proyectos y a condicionar su realización a la proximidad de sub-centros de empleos. Esto no es una solución. En el mismo plano se ve que casi la mitad del empleo (número proporcional al tamaño de los cuadrados negros) está concentrada en las comunas de Santiago, Providencia y sectores colindantes. Los supuestos sub-centros evidentemente no son una alternativa al centro de la metrópolis en términos de oferta de trabajo. Otra contradicción de esta propuesta es que se considera a la migración de la población a la periferia como un modo de reducir la congestión, en contra de toda lógica y de toda la evidencia histórica e internacional. Cada vez que una ciudad crece conservando una parte importante del empleo en el centro - que en el caso de los servicios es además el principal atractor de viajes por otros motivos -, los desplazamientos se alargan, la baja de la densidad residencial reduce la eficiencia del transporte público y la dependencia al automóvil aumenta. Estos son los principales factores de aumento de la congestión.

Elaboración propia en base a datos del INE y de la memoria de la modificación del PRMS en curso.

Más allá del debate y la indecisión entre expansión o densificación que ha hecho perder el rumbo a las últimas tres modificaciones del PRMS, se habla poco o nada de lo que realmente se juega en la aplicación de un instrumento regulador a escala metropolitana. Aunque se ha avanzado en la difusión de las etapas previas, las oportunidades de participación ciudadana han sido insuficientes, tratándose de un proceso que involucra a casi seis millones de ciudadanos, a sus hijos y a sus nietos. Hasta ahora la discusión pública se ha limitado a las hectáreas que se añadirán, la información disponible es escasa y limitada, y los documentos en aprobación sólo se encuentran en este link, bastante escondido en el sitio de la Intendencia Metropolitana.

Desde un punto de vista técnico, hay falta de claridad acerca de los diagnósticos y las opciones de planificación que se inscriben en un debate que está aún lejos de ser resuelto. Quedan muchas incógnitas en torno a las consecuencias de la aplicación de este plan. El diagnóstico de base del PRMS deja dudas y las medidas propuestas no solucionan los problemas que se pretende resolver. Aunque se haga vivienda social en los nuevos terrenos urbanizables éstos no son la mejor alternativa para los eventuales beneficiarios y al favorecer la redistribución de población a la periferia claramente estamos promoviendo más congestión a mediano plazo. Quienes se verán sin duda favorecidas por la extensión del límite son las grandes inmobiliarias, que dispondrán de nuevos terrenos baratos y en grandes paños, condiciones ideales para obtener las mejores rentabilidades.  El hecho de que el Intendente Metropolitano sea un inversionista importante en este negocio y que haya declarado que tal vez deje su cargo después de esta modificación, no favorece la transparencia de este proceso.

Pero, tal como lo ha señalado Ricardo Abuauad en una carta publicada el 17 de junio en la Tercera, lo más preocupante de este nuevo plan es que carece totalmente de un objetivo de ciudad. En la memoria de esta modificación al PRMS se justifica la expansión según las tendencias demográficas previstas por el INE de aquí a 2030. Dos hechos tremendamente inquietantes son mencionados. Primero, el GS tiene un saldo migratorio negativo, revirtiendo la tendencia histórica que impulsaba a mudarse a la capital en busca de mejores oportunidades. Esto se debe a una pérdida de atractivo de la ciudad, lo que si bien puede parecer una buena noticia para los detractores de la primacía de Santiago respecto al resto de Chile, es bastante grave como diagnóstico de la acción de las autoridades locales y por el probable debilitamiento económico de la metrópolis. Segundo, las comunas dentro del anillo Américo Vespucio pierden población y las periféricas crecen aceleradamente. Este hecho está estrechamente relacionado con el anterior: lo que estamos viendo es una desvalorización de la centralidad que, siendo la condición que permite la intensidad y la diversidad de intercambios, es la razón fundamental de la existencia de las ciudades. Estos hechos son preocupantes y deberían motivar una reacción enérgica de las autoridades a todo nivel. El relativo éxito del programa de revitalización de Santiago centro demuestra que es posible actuar en contra de este fenómeno. En lugar de eso el PRMS propone una pasividad desconcertante y una aceptación fatalista de las “tendencias”. ¿Desde cuándo planificar dejó de ser una acción concertada e inteligente para revertir las tendencias nocivas y favorecer las deseables?

Un plan, por definición, consiste en la elaboración de una estrategia con miras a alcanzar un ideal, que aunque no se cumpla a cabalidad, al menos nos ayude a avanzar. Estamos en una época clave de transición, social, económica y ambiental, lo que nos da la oportunidad y el lujo de aspirar a una mejor forma de vida para todos. No podemos perder la ambición de crear ciudades atractivas, dinámicas, sostenibles y diversas. Para eso no basta con añadir retazos al límite urbano, hay que pensar la metrópolis en su totalidad. Es hora de informarse, de actuar decididamente en pro del bien común, de participar en la elaboración del futuro que queremos y de dejar de demonizar a la acción voluntarista del sector público, que si bien no debe ser ubicua, es indispensable en cuanto a planificación urbana se refiere.
 
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te sugerimos ingresar los comentarios con la opcion Nombre/URL (el URL no es necesario), asi evitamos conversar entre desconocidos!